¿Están preparadas las calles de Chueca para el Orgullo 2018?

Varios son los medios de comunicación que han celebrado el fin de las obras de las once calles de Chueca que se están remodelando. Pero, ¿están realmente terminadas esas calles o todavía quedan cosas por acabar?¿Podrán los asistentes al Orgullo estrenar una nueva Chueca sin obstáculos?

A principios de año se avanzaba cómo sería el aspecto final de las calles reformadas de Chueca y se establecía un calendario de intervenciones, con diferentes fases y plazos de ejecución, en los que se tuvo en cuenta la opinión de los comerciantes y vecinos. En él se preveía que las obras finalizaran a principios de julio, para que todo estuviera listo para el Orgullo 2018.

El Ayuntamiento de Madrid ha cumplido con su palabra, pero tan solo a medias. Porque, si bien es cierto que la pavimentación ha terminado ya en las calles de Santa Brígida, Farmacia, Hernán Cortés, San Marcos, Infantas, Reina, Costanilla de los Capuchinos, San Bartolomé, Barbieri, Libertad y Augusto Figueroa y todas ellas tienen calzada y aceras nuevas por las que peatones y coches pueden desplazarse, aún faltan importantes elementos en ellas que las hacen inacabadas.

Hablamos de la colocación de árboles en los numerosos alcorques que se han construido en todas ellas, pero que tendrán que esperar a la próxima temporada, después del verano, para garantizar que los ejemplares sobreviven a la plantación. En una visita por las calles del barrio Somos Chueca ha comprobado en vivo que aún queda trabajo por hacer: falta mobiliario urbano y, en su lugar, se han colocado grandes piedras para cubrir los huecos y que los coches no puedan aparcar.

Unos bloques provisionales que, como en las primeras calles en reformarse, se reemplazarán por los elementos definitivos tras probar las necesidades reales de cada vía. Por ejemplo, aunque en algunas de las calles inicialmente no se contemplaba instalar bolardos, la realidad ha demostrado que eran precisos en algunos puntos por motivos de seguridad para los peatones y se han colocado en los lugares más necesarios.

Con unos operarios trabajando a contrarreloj para poder cumplir con los plazos, muchos son los remates que quedan aún por pulir. Algo especialmente llamativo en la calle Augusto Figueroa, la más importante de todas las que forman parte de la reforma, que en algunos tramos nos aventuraríamos a afirmar que están incluso peor que antes de las obras.

Sorprenden especialmente los acabados de escasa calidad, con vacíos importantes de los materiales con los que se está rediseñando la calle, que dejan a algunas papeleras, señales verticales de tráfico y farolas sin ningún tipo de sujeción. El sistema elegido, el de usar pequeños adoquines sobre una base de tierra y sin ningún material que los fije al suelo, no parece ser la mejor opción para una calle de tanto tránsito peatonal, de paso casi obligatorio para acceder de la Plaza de Chueca a la de Pedro Zerolo y viceversa.

Tampoco convence demasiado a los vecinos de esta vía la configuración final de la calle, especialmente en el último tramo de Augusto Figueroa, donde consideran que han salido perdiendo tras las obras porque ahora disponen de una acera más pequeña. Algún comerciante, incluso, afirma que este cambio le va a generar pérdidas porque ya no podrá instalar la terraza que tenía previsto en su local y para la que tiene licencia.

Unas obras comenzadas en 2017

El plan de remodelación de once calles de Chueca se aprobó en abril del año 2016, pero los trabajos no comenzaron hasta mayo del año siguiente. La primera de las vías en ser intervenida fue la calle Hernán Cortés que, por sus características, se consideró ser la más adecuada para estar completamente lista para el gran evento del año: el World Pride 2017.

Tras concluir los trabajos en ella las obras sufrieron un parón, para retomar la actividad en Reina, Infantas y Farmacia. Sin embargo, algunos imprevistos con los firmes de esas vías y las empresas de suministros (luz y agua), motivaron ciertos retrasos que se sumaron a los que ya se habían acumulado con anterioridad.

Ya en el mes de febrero el concejal de Distrito Centro, Jorge García Castaño, recorrió las obras de Chueca junto a vecinos y comerciantes para ver cómo se estaban ejecutando los trabajos y explicar algunos de los detalles el proyecto de remodelación de esas once calles del barrio, en el que se han invertido más de tres millones de euros.

El objetivo de las obras, era darle mayor espacio al peatón y eliminar los niveles entre la calzada y las aceras (el denominado diseño de plataforma única), aspecto que los colectivos de personas con discapacidad consideran peligroso para ellos. Según su criterio, la reforma de las calles de Chueca incumple con la normativa de accesibilidad y han pedido al Ayuntamiento de Madrid algunos cambios, como la ampliación de la banda de botonadura del pavimento que les sirve de guía a las personas con discapacidades visuales.

De hecho, la primera de las once vías intervenidas, la calle Hernán Cortés, ni tan siquiera cuenta con banda de botonadura que les permita identificar dónde acaba la acera y comienza el espacio de los vehículos, lo que la convierte en todo un problema para sus desplazamientos.

Parón en las obras de Gran Vía durante el Orgullo 2018

La Gran Vía madrileña hará un parón en las obras durante el Orgullo (los días 6, 7 y 8 de julio) debido a la gran afluencia de personas que se espera se desplacen hasta Chueca, la Puerta del Sol y la Plaza de España para seguir los conciertos y las diferentes actividades de los escenarios.

Para garantizar su seguridad y facilitar el tránsito peatonal, el Ayuntamiento de Madrid se encargará de retirar todos los materiales de obra y la maquinaria que se encuentre en las proximidades del barrio y en las intersecciones con la Gran Vía.