Botella quiere a los coches fuera del Centro

El Ayuntamiento de Madrid ha presentado en la Mesa de la Movilidad el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la ciudad (PMUS), un documento en el que se plantean 95 acciones, agrupadas en 15 medidas, para reducir un seis por ciento el tráfico en la ciudad hasta 2020.

Aún pendiente de aprobadación por parte de la Junta de Gobierno, el ambicioso plan municipal al que se destinarían más de 530 millones de euros y que quiere desterrar progresivamente el uso del coche del centro y reducir, con ello, el ruido y la contaminación para mejorar el bienestar y calidad de vida de los madrileños, favoreciendo métodos de transporte más sostenibles (como caminar, la bicicleta y el transporte público).

El Plan integra 15 medidas dirigidas a conseguir para 2020 una reducir el tráfico, que se articulan en 95 acciones, todas enfocadas hacia unos objetivos generales de mejora de la calidad ambiental, la competitividad, la seguridad y la universalidad del modelo de ciudad definido por la Mesa de Movilidad, el órgano consutivo integrado por representantes de distintas áreas de la gestión municipal, de los dos sindicatos mayoritarios (CC. OO. y UGT), los partidos de la oposición en el Pleno, las asociaciones de vecinos (FRAVM), el mundo académico, los colegios profesionales, el Consorcio Regional de Transportes, Cámara de Comercio, Confederación de Empresarios (CEIM), asociaciones de fabricantes (ANFAC y ANESDOR) y clubs de automovilistas (RACE y RACC).

Entre las medidas más destacadas se encuentran la implantación del SER inteligente, la prioridad en los semáfóros a los autobuses, la mejora de la red ciclista, la creación de aparcamientos de disuasión o la implantación de instrumentos tecnológicos para el control de la indisciplina en las zonas de carga y descarga.

Así, el Ayuntamiento planea elevar el precio de los parquímetros hasta que cuesten lo mismo que los aparcamientos públicos y limitar el estacionamiento a un máximo de dos horas; aumentar un 25 por ciento las áreas peatonales; prohibir la circulación de grandes camiones durante el día; potenciar la grúa fuera de la M-30 y los vehículos con cámaras para multar en el centro; multiplicar los carriles bus y delimitar tres nuevas áreas de prioridad residencial (dentro de las que se incluirían Justicia y Universidad).

Más espacio para los peatones

El plan prevé pasar del 42 al 50 por ciento de superficie peatonal en la red viaria, no tanto mediante la peatonalización total de calles (se hará sólo con algunas del centro) sino, sobre todo, ensanchando las aceras y reduciendo el número de carriles para los vehículos. Además, se ha definido una red peatonal en la almendra central y está previsto crear un recorrido específico entre el Retiro y la Casa de Campo a través del barrio de Lavapiés. Los pasos cebra también darán prioridad a los peatones, adecuando el tiempo que permanecen en verde a su velocidad de paso: 0,5 metros por segundo.

Universidad, Justicia y Ópera, nuevas Áreas de Prioridad Residencial

Como ya avanzábamos a principios de abril, a la luz de los buenos resultados registrados en las tres actuales Áreas de Prioridad Residencial en los barrios de Las Letras (desde 2004), Cortes (2005) y Embajadores (2006), donde sólo los vecinos pueden acceder con su vehículo privado, el Ayuntamietno ha decidido convertir los barrios de Ópera, Justicia y Universidad en APR.

Sin embargo, la regulación de accesos no se llevará a cabo mediante cámaras de vigilancia por su elevado coste, sino que se aplicarán soluciones más económicas pero igualmente efectivas para las nuevas incorporaciones.

Aparcar, menos tiempo y más caro

Uno de los principales problemas de la ciudad es el aparcamiento. A pesar de que desde el año 2012 se han creado 95.000 plazas en los aparcamientos públicos y a que la oferta privada también ha aumentado, todavía muchos conductores siguen aparcando cada día en la calle y las 165.000 plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) se quedan cortas.

El Plan de Movilidad prevé la creación de 15.000 plazas adicionales en las entradas de Madrid, pero requiere para ello de la colaboración del Consorcio Regional de Transporte. Además, las tarifas del SER se elevarán gradualmente hasta que cuesten lo mismo que las de los aparcamientos públicos y no se podrá aparcar más de dos horas, porque el sistema registrará la matrícula y no permitirá sacar otro tique.

No sólo se penalizará a los usuarios del SER. En la lucha contra los problemas de tráfico derivados de vehículos mal estacionados, el plan contempla el uso vehículos de denuncia automatizada con cámara para sancionar a los conductores que estacionen en doble fila.

Por lo que respecta a ciclomotores y motocicletas, el plan prevé incrementar el número de plazas de aparcamiento específicas para ellas, lo que permitrá liberar las aceras, donde ahora pueden estacionar. Asimismo, también aumentarán los carriles-bus por los que podrán circular.

Las bicicletas, la gran apuesta de transporte alternativo

El número de usuarios de bicicleta se ha multiplicado casi por tres en la almendra central desde 2008, pero sigue sin suponer siquiera el 1 por ciento de desplazamientos en vehículo. Además de extender la red de carriles-bici y las calles donde conviven con coches a menos de 30 kilómetros por hora, el plan prevé ampliar el parque móvil del servicio público de alquiler de bicibletas (BICIMAD), que entrará en funcionamiento este mismo mes, de 1.580 a 3.300 bicicletas eléctricas.

Guerra a los vehículos vacíos

El plan “contempla la posibilidad” de restringir la circulación de los taxis vacíos en determinadas horas en las zonas congestionadas por el tráfico donde ya haya un número significativo de taxis para satisfacer la demanda de los usuarios. Además, el Ayuntamiento incentivará a las personas que compartan coche (car-sharing) con facilidades en el SER y se plantea, a largo plazo, su integración c0mo medio de transporte público con tarifas reguladas.