Perdida

Aquella tarde no tenía claro dónde ir. Me dediqué a deambular por la calle Fuencarral. Sus tiendas tienen el poder seductor de generarme cierta inspiración, aunque para ser sincera a mi misma yo tengo mi rinconcito para inspirarme.

Haciendo tiempo que llevo dándole vueltas a una idea que no tengo claro cuál es el calado que podría alcanzar para hacer de mi trabajo algo especial que sirva tanto a los diseñadores como al mundo en general. Buscar algo nuevo que mostrar al mundo.

Si cuando digo, mundo es mundo, the World . Como internacionalizar a todos nuestros enormes maestros, partiendo de España al Universo. Para que alcance cualquier parte del mundo. A lo grande. Yo soy así. Y esa idea me domina hasta el punto que en ocasiones pierdo por completo la noción del tiempo.

Paseaba por Fuencarral hasta que acabé en Tita Rivera en la Calle Pérez Galdós. Y no fue por casualidad acabar en la terraza.

En mi mano el teléfono que es donde tomo ahora todas mis notas a pie de calle. Siempre lo complemento con fotos del momento… El teléfono sonó de referente. Es María, una clienta que me pide una asesoría de imagen…

Le hice una seña a uno de los camareros para que me sirviera un Capuccino. Saqué mi Ipad para revisar el correo y para escribir sobre él, me resulta más cómodo.

No sé muy bien porqué pero esta terraza es una de las que inspira cuando necesito preparar trabajo. En esta ocasión una sesión de fotos para una tienda on line de moda. Los modelos son de un diseñador amigo y la fotógrafa una amiga, me encanta, es como estar en familia. La modelo que hemos utilizaremos es la hija de fotógrafa y el chico un joven sevillano monísimo… hay una conexión especial entre madre e hija. Me encanta.

Tengo que estudiar cómo son los looks que quiero mostrar para que no se pierda la esencia del diseñador y gane en espiritualidad, frescura… algo actual pero moderno.

La maderas, el aroma de café y chocolate. El color de la madera con el contraste del verde de las plantas, acompañado del inconfundible sabor de la tarta de queso…

Desde ese rinconcito de Madrid me traslado al resto del mundo. Mi mente empieza a fluir. Estoy perdida, magníficamente perdida.

Rápidamente le mando al diseñador un esbozo de mis ideas por correo electrónico y el me contesta por whatsapp: “perfecto, es lo que buscaba… me encanta”.

Biennn … funciona.

Esas palabras quedan en mi mente, porque sin saberlo él refleja mi entorno … para mi es perfecto, es lo que buscaba… aunque ya os contaré alguno que otro de mis secretos, este lugar es perfecto... y me encanta.

Genial. Encontrando la inspiración de una de mis terrazas preferidas.