Patinetes eléctricos de alquiler, ¿nueva moda con fecha de caducidad?
El miércoles 8 de agosto desembarcaban el centro de Madrid los primeros patinetes eléctricos de alquiler que, siguiendo la estela de otros servicios de movilidad compartida (coches, bicicletas o motos), proponen un nuevo medio de transporte alternativo para los desplazamientos por la ciudad.
Lo hace justo antes de que entre en vigor la nueva normativa municipal de movilidad, que regula entre otros medios de transporte los vehículos de movilidad personal (VMP), entre los que se encuentran los patinetes eléctricos, segways y las plataformas de una y dos ruedas, y que aún debe pasar por el Pleno del Ayuntamiento para que comience a aplicarse.
En cualquier caso, lo hará antes de que finalice el 2018. Hasta entonces se regirán por la Instrucción 16/V-124 de la Dirección General de Tráfico, sobre “Vehículos de Movilidad Personal” (MVP), donde se especifica que en ningún caso se considerarán como vehículos de motor y que tampoco se pueden asimilar a la figura de los peatones, lo que les impide circular por las aceras y otros espacios reservados a los viandantes.
Esta prohibición quedaría levantada siempre y cuando las autoridades municipales (en este caso el Ayuntamiento de Madrid) habiliten “de modo expreso, como ordenación de zonas peatonales, la posibilidad de su uso en estos espacios (artículo 7.1ª a) y b) del Real Decreto Legislativa 6/2015, de 30 de Octubre)”, lo que implicaría que podrían moverse por la calzada “siempre que se trate de vías expresamente autorizadas por la autoridad municipal”, incluso por aceras, zonas peatonales, parques o carriles especiales habilitados para ello.
¿Qué dice la nueva normativa de movilidad de los patinetes eléctricos?
¿Qué dice la nueva normativa de movilidad de los patinetes eléctricos?
La edad mínima para el uso de los patinetes eléctricos será de 15 años y deberá usarse casco, algo muy difícil de controlar en un servicio de libre acceso en cualquier punto de la ciudad, en el que cualquier persona puede subirse con tan solo echando mano de una aplicación de su teléfono móvil. Además, cada patinete deberá disponer de un timbre, como las bicicletas, y no podrá circular a más de 24 kilómetros por hora.
En cuanto a las vías por las que podrían circular se contempla que podrán hacerlo por itinerarios de parques en los que puedan hacerlo las bicis (la velocidad máxima será de máxima de 5 km/h), pero tendrán prohibida la circulación por carriles bus, aceras y demás espacios reservados a peatones, como norma general. También podrán hacerlo por ciclocalles, carriles bici protegidos, pistas de bici y calzadas de calles residenciales, con velocidad máxima de 20 km/h, así como por aceras bici y sendas bici y por las llamadas zonas 30 (de coexistencia con peatones).
Esto supone que, en la práctica, no podríán desplazarse por gran parte de la ciudad, cuando la mayoría de usuarios que los están utilizando desde que se puso en funcionamiento este servicio de alquiler de patinetes eléctricos lo hacen por las aceras, como si fueran un peatón más.
Lime, pioneros en alquiler de patinetes eléctricos
Lime, pioneros en alquiler de patinetes eléctricosLime
Con una población cada vez más interesada en medios de transporte alternativos, económicos y ecológicos, la compañía estadounidense Lime, participada por Uber, ha visto en los patinetes eléctricos un nuevo nicho de mercado para satisfacer las necesidades de movilidad del público más joven. Valiéndose del vacío legal existente y de que este tipo de empresas no necesitan de un permiso municipal para operar en las calles de Madrid han apostado desde ya por ofrecer a los madrileños este nuevo medio de transporte.
Su modelo de negocio es similar al de los servicios de bicicletas de alquiler sin base fija. Su equipo de colaboradores (a los que llaman “Lime-juicers”) distribuyen durante el día por la ciudad los patinetes eléctricos (desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche) y recogen los que están sin carga, al mismo tiempo que comentan a los curiosos las ventajas de este medio de transporte, realmente atractivo por su bajo coste: desbloquearlo cuesta 1 euro y cada minuto de uso son tan solo 15 céntimos.
El usuario tan solo tiene que descargarse una aplicación en su teléfono móvil y escanear un código QR para desbloquear el patinete y comenzar a usarlo. Una vez ha llegado a su destino vuelve a escanear el código para bloquearlo y dejarlo listo para el siguiente viaje.
Aunque con cada registro el servicio incluye tutoriales obligatorios donde se explica al usuario el uso de este medio de transporte y se advierte de las precauciones de seguridad que se deben seguir, la realidad es que pocos son los que las cumplen por el momento. Los usuarios tienen prohibido circular por las aceras y por ciclocarriles como los ubicados en la Gran Vía y lo hacen, además de asumir otros riesgos como el de circular más de una persona en ellos (especialmente padres con niños pequeños).
Lime no es la única firma en ver en los vehículos de movilidad personal el futuro. Otra empresa, la valenciana Bbhuo, también tiene intención de ofrecer en Madrid patinetes eléctricos compartidos. A diferencia de los de la competencia, que se recogen y entregan en cualquier acera de la ciudad, lo harán en espacios acordados, como bares y tiendas. En su caso, sin embargo, han preferido aplazar su aterrizaje en la capital, previsiblemente hasta la entrada en vigor de la nueva normativa de movilidad.
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