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La licitación de renovación de los ‘chirimbolos’ y mupis se queda desierta

Somos Chueca

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Dos días antes de las últimas elecciones municipales el Ayuntamiento de Madrid aprobaba las bases para la licitación de renovación de todo el mobiliario urbano informativo de la ciudad (los mupis y los popularmente conocidos como ‘chirimbolos’). Transcurrido el plazo del proceso, las ofertas presentadas por los licitadores no han cumplido los criterios exigidos en el Pliego de Cláusulas Administrativas y el concurso se ha declarado desierto.

El contrato de mobiliario urbano incluye el diseño, fabricación, instalación, mantenimiento y explotación publicitaria de 2.014 dispositivos y no le supondría ningún tipo de coste al Ayuntamiento, sino que recibiría 127.982.738 euros durante los 12 años de concesión, a razón de un canon anual de 10.405.600 euros. La empresa adjudicataria rentabiliza la inversión mediante la colocación de publicidad en el mobiliario.

El anterior contrato, adjudicado en julio de 1994 por 15 años, fue prorrogado por Alberto Ruiz-Gallardón en 2009 y en 2012, no sin polémica. Esa segunda y última prórroga fijó el canon anual en 6.347.900 euros por la explotación de 1.992 elementos y su plazo expiraba el pasado 28 de julio. A pesar de ello, el equipo de Ana Botella, que aún estaba al frente del Consistorio, no reaccionó hasta el 22 de mayo.

Para evitar un vacío legal y garantizar la prestación del servicio, antes de la adjudicación del nuevo contrato extendió la vigencia del anterior, de forma extraordinaria, hasta el 28 de enero de 2016. El nuevo contrato debía entrar en funcionamiento el 1 de octubre y la adjudicataria tenía apenas tres meses para fabricar el mobiliario. Los ajustados plazos y los estrictos requisitos han llevado a que el concurso haya quedado desierto.

Eso obligará ahora al equipo de Carmena a negociar un nuevo contrato, lo que retrasará –al menos hasta finales de 2016– la renovación y modernización de los casi 2.000 chirimbolos y la instalación en las calles de los tan demandados 50 aseos públicos. Mientras, no quedará más remedio que una nueva prórroga extraordinaria, fuera del marco legal del contrato original, si se quiere garantizar el servicio hasta cerrar la adjudicación definitiva.

JCDecaux y Clear Channel, los únicos postores

Al concurso se presentaron tan sólo dos empresas: la francesa JCDecaux (que gestionaba el anterior contrato y que también controla las marquesinas de la paradas de autobuses de la capital) y la estadounidense Clear Channel. Pero ninguna de ellas cumplían con la totalidad de los criterios exigidos en los pliegos del contrato.

Así que ahora el nuevo equipo municipal trabaja a todo trapo para definir el nuevo procedimiento administrativo de contratación que permita renovar todo el mobiliario urbano municipal informativo que está repartido por toda la ciudad y ahora mismo tiene diferentes diseños. Como importantes elementos de integración, innovación y servicio es importante que esté unificado y homogeneizado, además de incorporar las nuevas tecnologías.

El nuevo contrato incluía 1.450 expositores con carteles en sus dos caras (390 con mapas de la red de transporte público y 244 con callejero; 400 con contenedores para pilas y baterías de móviles); 190 contenedores de reciclaje de vidrio; 164 columnas informativas; 160 expositores con pantallas digitales de 80 pulgadas que emitan al menos 18 horas al día publicidad e información de servicio público; y 50 aseos públicos, con un coste de acceso de 10 céntimos. Además, al finalizar el contrato, el Ayuntamiento de Madrid tendría la posibilidad de quedarse con los 2.014 elementos.

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