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Desigual balance del Orgullo 2016: un éxito para el Ayuntamiento, un despropósito para los vecinos

Somos Chueca

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Como todos los años, cada una de las partes cuenta la feria como le va. Mientras el Ayuntamiento de Madrid saca pecho y declara el Orgullo 2016 como todo un éxito, los vecinos denuncian un aumento del ruido y la suciedad.

Por lo que respecta al equipo de Manuela Carmena, el dispositivo de seguridad y limpieza puesto en marcha con motivo de la manifestación y celebraciones de Madrid Orgullo 2016 ha funcionado exitosamente a pesar de la máxima afluencia de público (que es la mitad de lo previsto para el World Pride 2017).

El despliegue se saldó sin incidentes graves, «con una ciudad menos sucia que el año pasado y más limpia en menos horas y con una imagen de Madrid moderna, abierta y respetuosa que se ha paseado por los medios de comunicación», dicen orgullosos desde el Ayuntamiento.

Imprescindible para el buen desarrollo del Orgullo 2016 ha sido la colaboración de la Policía Nacional y de los 1.200 Policías Municipales, 100 efectivos del SAMUR, 300 voluntarios de Protección Civil, seis retenes de Bomberos, 350 voluntarios de la organización y 125 personas de seguridad privada.

Sin graves incidentes

Las personas que precisaron algún tipo de asistencia médica fueron atendidas en los nueve puestos avanzados distribuidos por el recorrido de la manifestación y en el entorno de los principales escenarios (Plaza del Rey, Puerta de Alcalá, Puerta del Sol y Plaza de Pedro Zerolo).

Durante la tarde-noche del Orgullo (la de mayor afluencia de público) SAMUR-Protección Civil atendió a 208 personas y 36 de ellas tuvieron que ser trasladadas a centros hospitalarios para que recibieran asistencia médica.

El caso más grave fue el de un joven inconsciente tras ingerir drogas y alcohol, que tuvo que ser intubado por los efectivos sanitarios y fue trasladado, en estado grave, al hospital de la Princesa.

En cuanto a la tipología de las atenciones, las de primera hora de la tarde estaban en su mayoría provocadas por el calor, causante de varias lipotimias y mareos. También se trataron heridas y cortes en los pies, pequeños traumatismos o esguinces.

Ya entrada la madrugada el tipo de asistencias sanitarias cambió a pacientes afectados por el consumo de alcohol y de sustancias estupefacientes.

Retirada urgente de residuos

Por lo que respecta a la basura, los servicios de limpieza municipales recogieron durante la noche del sábado 124.000 kilos de residuos, 81.500 kilos de los cuales del recorrido de la manifestación: 66.000 retirados por el Servicio de Limpieza Urgente (SELUR) y 15.500 por los servicios de limpieza viaria.

Completan el conteo de residuos los 14.000 kilos eliminados de la Gran Vía; los 6.500 de la Puerta de Alcalá; los 4.500 kilos de la Plaza del Rey, los 3.800 de Plaza de España, los 2.800 de la Plaza de Pedro Zerolo, los 2.200 de la Puerta del Sol y los 8.700 kilos de las calles aledañas a los escenarios.

Según explican desde el Ayuntamiento, ya la noche del viernes al sábado actuaron con previsión y en las zonas céntricas recogieron 23.900 kilogramos: 4.500 en la Puerta del Sol, 4.000 en la Plaza del Rey, 2.100 en la Plaza de España, 1.300 en la Plaza Pedro Zerolo, 5.500 en la Puerta de Alcalá, 1.000 en la Plaza de Chueca y 5.500 en las calles aledañas.

La cara menos amable del Orgullo LGTBI

A pesar de la euforia municipal, dos de las asociaciones de vecinos del barrio, la Asociación de Vecinos del barrio de Justicia y la Asociación de Vecinos de Chueca (AVChueca) no ven de manera tan optimista el balance del Orgullo 2016.

Desde su punto de vista, los altos niveles de ruido, suciedad e incivismo han sido mucho mayores que el año pasado y han hecho inhabitable Chueca y Salesas durante cinco días. Casi una semana en la que las personas que vivían más cerca de los escenarios o de la Plaza de Chueca han visto cómo la calle se convertía en un enorme botellón en la vía pública.

El presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio de Justicia, José Carlos Nicolau, declaraba a Europa Press que algunos vecinos como él prefieren irse durante esos días fuera de sus casas porque «esa fiesta es incompatible con la vida humana».

Una opinión que comparte Antonio Caparrós, vocal de la Asociación de Vecinos de Chueca (AVChueca), que sí que ha estado durante el Orgullo y confirma que ha habido más ruido que otros años (debido a la categorización de MADO como evento de especial interés) y que la suciedad ha llegado hasta más puntos del barrio.

Según explica a Europa Press, «la Plaza de Salesas está bastante sucia y sigue oliendo a pis», una imagen bastante poco idílica de uno de los pocos espacios verdes que quedan. En general, da la impresión de que en Chueca «puedes hacer lo que te da la gana».

Un constructor con quien Somos Chueca tuvo la oportunidad de hablar el pasado sábado confirmaba esa sensación de impunidad de quienes nos visitan estos días y nos contaba, bastante sorprendido, que en la calle Colmenares se reunían grupos de menores que consumían grandes cantidades de alcohol y sustancias estupefacientes.

No es el único testigo de esta situación. Otros vecinos de la zona nos comentaron que la cantidad de personas durante esos días era tal en esa vía que les había resultado imposible poder atravesarla para sacar a sus perros de paseo.

Este medio fue testigo de los restos del botellón de los jóvenes, que aún permanecían sin limpiar cerca de las 12:30 horas del sábado, a tan solo unas horas de la Manifestación del Orgullo LGTBI, y del aumento de la ya de por sí persistente basura en las zonas verdes de la Plaza de Pedro Zerolo.

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